ECOCAMPUS y el Proyecto de los Huertos Cisnerianos

ECOCAMPUS y el Proyecto de los Huertos Cisnerianos,

por Yaiza Luque. 13/11/2018.

Los cultivos de tomates a mediados de mayo del curso pasado.

Comienza un nuevo curso y Ecocampus continúa con el proyecto del huerto, esta vez con 16 alumnos de Ciencias Ambientales, de los que 13 son nuevos. Este grupo de alumnos voluntarios está liderado por Yaiza Luque, estudiante también de Ciencias ambientales que está actualmente realizando prácticas externas en Ecocampus, y que el curso pasado participaba como voluntaria. Y es que la idea de colaborar con compañeros de diferentes cursos y aprender sobre agricultura ecológica atrae cada vez a más personas que deciden optar por un consumo más responsable.

Continúan recibiendo la ayuda de Ana y César, los hortelanos del Real Jardín Botánico, y la colaboración de José Vicente de Lucio y Rosendo Elvira, profesor de la universidad de Alcalá y director del jardín botánico respectivamente, quienes desarrollaron esta iniciativa.

Se quería que el proyecto llegase a la mayor cantidad de personas, por lo que a comienzos de este año académico se dieron varias charlas en diferentes cursos presentando la iniciativa y se difundió por redes sociales, de forma que fuese accesible el acceder a gente que colaborase en el huerto para cualquier tipo de pregunta.

Desde entonces se formó el grupo de estudiantes voluntarios, en el que de momento no se ha puesto número límite, ya que se plantea como un trabajo enriquecedor y no solo en el sentido ambiental, ya que fomenta el trabajo en equipo, la promoción de la salud, por lo que es positivo llegar al mayor número de personas posibles.

Desde entonces el grupo de 16 alumnos han estado trabajando, siguiendo su disponibilidad horaria, pero acudiendo siempre que ha sido posible para realizar cualquier tipo de tarea. Comenzando con la limpieza completa de una parte de la parcela, donde quitaron los cultivos secos, piedras y sobre todo hierbas adventicias, de modo que se pudiera pasar el motocultor y descompactar el terreno, de lo que se encargó Ana la hortelana.

Para poder utilizar toda la materia orgánica que hemos ido retirando del huerto se montó una compostera, para nuestro uso propio, en el que se espera en unos meses tengamos compost con el que abonar el suelo; mientras, hemos utilizado el que tienen en el Jardín Botánico producido a partir de material de desechos de los establos y restos vegetales.

Después de esto se realizaron los bancales, dónde posteriormente se plantaría col corazón de buey, berza y escarola, a estos tres cultivos se les regó con el purín de ortiga, para darles un aporte extra de nutrientes. Aunque este líquido no los protegió contra las aves, que se han sumado a los conejos a la hora de alimentarse de nuestros cultivos, por lo que se optó por colocar unas pequeñas mallas sobre las plantas para evitar que las consuman.

Col corazón de buey protegida de los pájaros con una malla.

También se han limpiado de hierbas y ramas secas las tomateras, plantas que han dado una cantidad muy buena de tomates este verano, y que ahora están produciendo los últimos frutos de la temporada. Pronto se quitarán las plantas y se dejaran madurar los tomates en casa ya que aún hay muchos verdes.

Lo último que hemos plantado han sido habas, un tipo de cultivo que con suerte nos durará hasta mayo, ya que aguanta bien las bajas temperaturas.

De momento las tareas del huerto están más enfocadas de cara a preparar el terreno para la primavera. Aunque siempre que sea posible plantar algún cultivo que soporte el frío se hará. Entre las prioridades de las tareas está terminar de instalar el riego en la parte de la parcela que carece de él, y que provocó que el verano pasado gran parte de las plantaciones se secaran antes de dar frutos, pero ya está todo en marcha para su emplazamiento.

Parcela con el riego instalado.

También se van a realizar proyectos para darle al huerto un carácter más didáctico y llamativo, como la elaboración de carteles explicativos en los cultivos y la realización de un espantapájaros casero.

Estos son algunos de los trabajos que se van a realizar para que el huerto siga estando vivo, y la gente mantenga las ganas por trabajar en él. Todo lo que se realice puede verse en las redes sociales, Facebook e Instagram, de los que aparecen los links en el blog. Y como siempre animamos a la gente a verlo y a colaborar.

Las chalotas recién sacadas de la tierra.